lunes, 28 de enero de 2008

¡¡DICHOSOS ALQUILERES!!

En un pueblo de Cuenca y cuando había que lavarse sacando un cubo del pozo y el cuarto de baño sólo era por prescripción médica, hubo un soñador que siempre instaba al Ayuntamiento a que construyera una piscina. Cuando le hicieron ver que no tenían nada mas que una pequeña captación complementada con cántaros a domicilio portados por burros debidamente equipados, el imaginativo personaje contestó: “el agua es lo de menos”. Esto viene a la memoria cuando se observa el devaneo que se traen entre manos nuestro ínclitos políticos para solucionar el problema de la vivienda. Proponen ayudas de todo tipo a los jóvenes, a arrendadores, propietarios de viviendas, para conseguir cambiar la tendencia de la propiedad por la de alquiler, cosa razonable si se tiene en cuenta que en España las viviendas dedicadas a alquiler sólo suponen un 11 % del total de las existentes. En Cuenca posiblemente sea menor. Así que para paliar el problema necesitamos casas de alquiler, no digamos como el del pueblo: “lo de menos son las casas” Se nos ocurren varias preguntas ante estos temas:

¿Hay tantas casas para alquilar como se necesitan? ¿Están dispuestos sus propietarios a cederlas en alquiler?¿Podrán aquellos disponer de su casa cuando la necesiten?¿Se pueden resarcir de morosos y del coste de los deterioros por el mal uso?

Nos ceñiremos a la provincia de Cuenca para analizar estas cuestiones. En primer lugar los edificios que en estos últimos años se han construido no se han comprado para dedicarlos al alquiler, sino como 1ª ó 2ª residencia, y en un número muy inferior de casos, como inversión al vender después y ganar una cantidad. (Esto último ya empieza a ser problemático). La tendencia de nuestros paisanos ha sido la de ser propietarios y no inquilinos; cosa lógica si se tiene en cuenta el cálculo que frecuentemente se hacían: “como los intereses del crédito son bajos con un poco mas de lo que pagaría de alquiler compro mi casa”.Quiere esto decir que las casas que pueden ser de alquiler son residuales y normalmente de baja calidad. Asimismo si se hacen números sobre la rentabilidad del alquiler ésta no sale muy bien parada: tomemos una vivienda media , en bloque, de 80m2 útiles, tamaño mas frecuentemente construido cuyo valor con todos los gastos, impuestos, hipoteca, notario, etc., incluidos puede ser de 175.000 Euros, para un 6,5% de ganancia hay que cobrar al mes cerca de Mil Euros. A los que habría que descontar el coste de mantenimiento. Hoy el mercado de alquiler está muy caro por lo que antecede y por la escasa oferta.. Las nuevas medidas para corregir estas deficiencias son un batiburrillo producido por la obsesión de que nuestros jóvenes se emancipen de la familia cuanto antes mejor, (a los 18 años, que ya votan) y también por las opiniones de los distintos sectores consultados, resultando un conjunto de ayudas, exenciones fiscales, bonificaciones, etc, improvisadas para un corto plazo. Y sólo para muy jóvenes. Con 36 años y dos hijos ya se les pasó el arroz. Siempre hemos pensado que las políticas de vivienda se deben desarrollar en un plazo como mínimo igual al tiempo que tarda en construirse un bloque de viviendas de tamaño medio; es decir, dos años para gestionar las calificaciones de suelo, inscripciones, licencias y proyectos, mas otros dos años para la construcción. En estos planes deben estar involucrados Ayuntamientos y Junta de Comunidades para intervenir en el mercado como promotores y proporcionar a las familias de mas bajas rentas su vivienda, ya que pueden ofrecer los precios mas bajos, pues el coste de terrenos es nulo al recibirlos de forma gratuita en las operaciones urbanizadoras. De paso sería muy conveniente modificar la Ley del Suelo para impedir a los Ayuntamientos la venta de esos terrenos a entidades de construcción privadas.

En tiempos pasados la Administración paliaba la falta de oferta en alquiler con las llamadas viviendas de Renta Limitada y de Acceso Diferido a la Propiedad y construyendo bloques enteros de promoción pública en polígonos residenciales gestionados por la propia Administración. En Cuenca sirva de ejemplo el barrio de Villaromán I. Con Villaromán II ya se quebró la tendencia y aunque se creó por iniciativa pública terminó en manos privadas. Ahora son muy escasas, por no decir nulas, las actuaciones directas de la Administración en materia de vivienda y mucho menos de alquiler. Hay que reconocer que de esta forma los políticos actuales están mucho mas cómodos, y se evitan dolores de cabeza con los cobros de mensualidades, reparación de desperfectos, morosos, cambios de adjudicatarios fraudulentos y además no entran en competencia con los promotores privados con los que hay que llevarse bien Una solución sería pedir al”Pocero” que nos haga en Cuenca unas viviendas del millón que pretende construir y las dedique a alquiler, pero que se dé prisa porque al paso que vamos y el éxodo de nuestros jóvenes a otras regiones y a Toledo no sé si las vamos a necesitar. Nos queríamos descentralizar de Madrid y vamos a descentralizar Cuenca. Esta Autonomía nació para eliminar desequilibrios regionales, pero la única provincia que no ha crecido ha sido Cuenca. Tomemos conciencia del tema y exijamos que no nos cuenten fábulas.

Cuenca ,Octubre 2007

Grupo VivUr
- Publicado en el "Día de Cuenca" el 18 de Octubre de 2007 -

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