lunes, 28 de enero de 2008

HACIENDO URBANISMO EN CUENCA

A partir de la exposición al público de la revisión del Plan de Ordenación Municipal de Cuenca se han activado en nuestra ciudad ciertas inquietudes dentro del área de urbanismo que han movido a asociaciones, entidades públicas y particulares a presentar batalla ante el Ayuntamiento, si bien podrían considerarse escaramuzas dada su dispersión en las actuaciones. No obstante hay que felicitarnos por estos hechos que demuestran preocupación cívica por el futuro de la ciudad; en años anteriores otras revisiones han pasado sin pena ni gloria, en cambio en esta ocasión se han presentado mas de dos mil alegaciones al Plan.
Dentro de las decisiones tomadas por el Ayuntamiento en estos últimos meses pueden destacarse algunas que por su importancia conviene pararse a considerar seriamente, analizándolas desde un punto de vista práctico y constructivo, huyendo del léxico tecnicista y ampuloso tan frecuentemente utilizado en esta materia.
Resaltamos las actuaciones siguientes:
--Convenio del Ayuntamiento con asociaciones de empresas inmobiliarias para conseguir dotaciones públicas a cambio de recalificaciones de terrenos.
--Derribos de edificios situados en el ámbito urbano por el que tenemos la importante cualidad de Patrimonio de la Humanidad.
--Actuación de cambio de uso del edificio Sanatorio de San Julián por un supuesto hotel, ampliando sensiblemente la edificabilidad de la parcela; esto en uno de los barrios mas densificados de Cuenca.
--Escasa oferta de viviendas de Protección Oficial de Promoción Pública, no de Promoción Privada, en terrenos cedidos al Ayuntamiento de forma gratuita y en muchos casos vendidos directamente, mediante convenio, al agente urbanizador del polígono.
--Nula política ferroviaria, tanto en lo relativo al AVE como al tren convencional, coronada por el convenio suscrito con ADIF.

En este último punto será en el que vamos a incidir en este artículo por tratarse, según nuestro criterio, de una actuación que podría crear un nefasto efecto en los terreno de la estación actual de RENFE si se llevara a cabo el citado convenio, que en líneas generales se trata de repartir los terrenos anejos a las vías del tren entre Ayuntamiento y ADIF con una proporción aproximada de 70% y 30% respectivamente con el fin de edificar, con una densidad exagerada, rellenando los espacios libres existentes, lo que provocaría una escisión aún mayor de la que ahora sufre Cuenca por la existencia de las vías del tren (ahora hay unas vallas, después serían elevados edificios). En este convenio se incluyen obras de competencia exclusiva de la entidad ferroviaria: nueva disposición de vías y aparatos, tres vías de viajeros con andén, comunicación entre andenes, etc, en las que el Ayuntamiento aportaría su parte correspondiente “con parcelas urbanizadas” de ese reparto del aprovechamiento lucrativo. No se tiene en cuenta que estos terrenos, hoy por hoy, no tienen tal rendimiento ya que no pueden ser edificados por tratarse de suelo dotacional de Servicio Público y por tanto nadie puede lucrarse con la pretendida operación.

En los últimos tiempos se ha podido constatar la general opinión de la conveniencia de conservar la línea actual Madrid-Valencia como de servicio de Mercancías y viajes de Cercanías, (esto último ya existe en Valencia desde Utiel). Esta nueva función del tren aminoraría sensiblemente la presión de tráfico pesado en las carreteras actuales y futuras, con el consiguiente beneficio para su conservación, amén el alivio que se obtendría en la densidad circulatoria de vehículos; estas ideas son apoyadas e impulsadas por Europa (proyecto New Öpera) que persigue el objetivo de aumentar la cuota de mercado del transporte de mercancías, “imprescindible para no frenar el crecimiento de la Unión Europea”. Asimismo también la Cámara de Comercio e Industria de Valencia está muy interesada en esta línea de ferrocarril (Reunión en Octubre pasado de las Comisiones de Trabajo en materia de Transporte e Infraestructuras), teniendo ya el proyecto del acondicionamiento de su tramo provincial.

Pero si mantenemos el trazado actual Cuenca seguirá padeciendo la separación y división entre sus barrios centrales, agravados por la Ley del Sector Ferroviario que en el artículo 39 de su Reglamento, (B.O.E. nº 315, de 31 diciembre 2004), exige un cerramiento a ambos lados de la vía en los tramos calificados como suelo urbano, así como en el cambio de suelo rústico a urbano o urbanizable se obligará a su propietario a disponer, en las líneas ferroviarias que lo atraviesan, de un cerramiento cuando se realicen las actuaciones para la nueva calificación. En estos casos la solución que resolvería el obstáculo nos llevaría a unos pasos subterráneos peatonales, de los que hay que huir en buena técnica urbanística, siempre que sea posible. Lo que antecede nos exige variar el trazado actual para llevarlo hacia el Sur donde podría confluir con un trazado “bypass” del AVE (en el plano adjunto). En esta confluencia podrá instalarse una estación para las dos líneas (incluso autobuses) con un área de aparcamientos, tiendas y servicios, así como espacios verdes y de ocio, dejando la superficie de las vías actuales apta para albergar una de las avenidas mas amplias e importantes de Cuenca, que conectaría las zonas Este-Oeste y donde se podrían erigir relevantes edificios públicos e incluso privados.
El trazado del futuro AVE se pudo acercar mas a la ciudad, pero por falta de información adecuada y apatía política y administrativa en estos últimos años se ha ido realizando el propuesto por ADIF sin apenas debate ni discusión ciudadana y en este momento solo nos queda conseguir una bifurcación que coincida con el trazado del tren actual en una sola estación “intermodal”. Hay que añadir que esta derivación discurre por terrenos del municipio que en la actualidad tienen escasa edificación (huertas y pequeñas casillas agrarias y de almacenaje).
Se podría plantear, favorecido por la topografía, que el paso del tren por la Ciudad fuera en un nivel elevado, de manera que se evite el “efecto barrera”, creando una gran permeabilidad que permitiría su libre crecimiento, de forma que la vía no se convierta nunca en un cinturón que lo impida.

Por último, decir que el motivo de este texto es el deseo de eliminar la barrera que supone el ferrocarril para el desarrollo de esta ciudad y que en tantos años no hemos sido capaces de conseguirlo, a diferencia de otras ciudades (Albacete, Logroño, Lérida, Zamora, etc.). En nuestra modesta opinión, el momento que atraviesa Cuenca es crucial por la ocasión que se presenta de mejorar de forma considerable sus estructuras y las relaciones cívicas de sus barrios; y teniendo en cuenta que las actuaciones urbanísticas son irreversibles una vez ejecutadas, pedimos a las instituciones y entidades responsables valoren todas las opciones que ahora se puedan ofrecer y trabajen para conseguir las que impulsen un buen y equilibrado desarrollo de nuestra ciudad.

José Luis Pérez Melero y Pablo Martínez Pando


- Publicado en el Día de Cuenca el 20 de Mayo de 2007 -

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